Agricultura inmoviliza en Las Palmas de Gran Canaria una partida fraudulenta de lechugas y aguacates
Se trata de 288 kilos de lechugas procedentes de Murcia, región afectada por el escarabajo de la patata, y 144 kilos de aguacate sin identificar El Servicio de Inspección Vegetal de la Consejería detectó la mercancía irregular la madrugada del pasado viernes en MercaLasPalmas
El Servicio de Inspección Vegetal de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación del Gobierno de Canarias detectó e inmovilizó en la madrugada del pasado viernes, 25 de julio, en la Nave B de MercaLasPalmas, Las Palmas de Gran Canaria, una partida fraudulenta de lechugas y aguacates, presuntamente introducida por una empresa importadora de las Islas y destinada al mercado interior.
Los inspectores procedieron a precintar el cargamento irregular, compuesto por 48 cajas de lechugas procedentes de Murcia, de seis kilos cada una, lo que supone unos 288 kilogramos, así como doce cajas de aguacates sin identificación alguna, con un peso aproximado de 144 kilos. Está en fase de trámite la sanción por infracción de la Ley 43/2002, de Sanidad Vegetal, una vez levantada el acta preceptiva, así como la resolución de ratificación de las medidas cautelares, que corresponden al director general de Agricultura, Domingo Bueno.
La Ley de Sanidad Vegetal, a efectos de prevenir los riegos que presenta la posible introducción o propagación de plagas de cuarentena en el territorio nacional, establece una serie de medidas restrictivas a la entrada en nuestro país de determinados productos vegetales susceptibles de ser portadores de las mismas. En el caso de Canarias, la norma remite a la Orden de 12 de marzo de 1987, del entonces Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
Este material vegetal, en principio destinado a ser distribuido a través de supermercados y pequeños comercios como producto canario, superó los controles del Servicio de Inspección Fitopatológica del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino. La entidad comercializadora infringió las normas fitosanitarias relativas a la importación, exportación y tránsito de vegetales y productos vegetales, que sólo permite la introducción de lechugas de países libres de escarabajo de la patata.
Se entiende que al proceder de Murcia, región afectada por esta plaga, el cargamento de lechugas podría transmitir en sus hojas diversos estadios de desarrollo de -incluidos los huevos- que no existe en los campos canarios, y podría causar daños incalculables a cultivos como papas debido al clima cálido del Archipiélago. En el caso de los aguacates, la citada Orden prohíbe expresamente la importación y tránsito en el Archipiélago de este tipo de productos cultivados principalmente en regiones tropicales de todos los países.
La fruticultura tropical y subtropical que se desarrolla en Canarias, en la que ocupa un lugar preferente el cultivo del plátano, y que abarca las producciones de aguacates, mangos, piña tropical, papaya o guayaba, entre otras especies, representa un recurso de alto valor en el conjunto de las producciones agrarias, y cuenta con el apoyo de los programas de investigación que al respecto viene desarrollando la Consejería de Agricultura a través del Instituto Canario de Investigaciones Agrarias (ICIA).
Los aguacates inmovilizados permanecerán precintados donde fueron encontrados, bajo la custodia de su propietario, a quien se ha requerido que aporte en plazo de diez días las facturas de compra o cualquier otro documento que ayude a acreditar su procedencia. Según remarca el departamento de Sanidad Vegetal, dependiente de la Dirección General de Agricultura, esta introducción fraudulenta a través de la frontera, aparte de efectuarse sin el preceptivo Certificado Fitosanitario, conlleva el riesgo de poder contener residuos que superen los límites máximos autorizados, lo que repercutiría directamente en la salud del consumidor.
La consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación tiene entre sus líneas más destacadas de actuación intensificar los controles para evitar la entrada irregular de estos productos, con el ánimo de impedir la entrada de enfermedades que puedan poner en peligro la producción de las Islas.
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