LA REALIDAD

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viernes, 7 de marzo de 2008

Algo huele a podrido en Triana

LAS COSAS MAL EJECUTADAS, SIEMPRE ESTARAN MAL
Los malos olores que han inundado la calle Triana en las últimas semanas están ocasionando no sólo molestias a clientes y comerciantes, sino pérdida de ventas e ingresos a estos últimos debido a que la gente no quiere entrar en los establecimiento para no aguantar el fuerte hedor que procede de las alcantarillas de la vía.
Aunque los olores se pudieron sufrir sobre todo durante 15 días, lo cierto es que, tal y como cuentan los comerciantes, el hedor continúa a lo largo de toda la jornada, e incluso la gente «se mira la planta de los zapatos al entrar a las tiendas porque piensan que el olor se debe a que pisaron algo».
Lo peor de todo, según cuenta Mariano Moya, es la aparición de numerosos mosquitos que proceden de las alcantarillas y que espantan a la clientela. «Me tienen loco, estoy todo el día utilizando sprays y mis clientes se han quejado. Todo esto nos preocupa por la mala imagen que se ofrece de esta zona comercial y porque tenemos que estar dando explicaciones a todo el mundo».
Muchos desconocen el motivo de los malos olores, pero cuentan que la empresa Emalsa se ha trasladado en varias ocasiones a trabajar en la calle por la noche para limpiar las alcantarillas, y recuerdan que desde hace 15 años, cuando se cambiaron las tuberías, «no se ha hecho nada al respecto».
La colocación de cartones en las mismas alcantarillas ha sido una de las medidas puestas en marcha por parte de varios comerciantes para aliviar la situación, pero se vieron obligados a retirarlos por miedo a que les pusieran multas.
«Es entrar desde la calle y tener que salir porque no se puede estar», cuentan Carmen y Pimpi, clientas habituales de Triana, que acompañan a veces a Cristina, vendedora de lotería en una de las esquinas de la calle. «Todo el mundo me pregunta que cómo aguanto aquí, pero es que no me queda otro remedio y no me puedo mover».


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