Y yo, le pregunto a usted, Señor Alcalde de la la ciudad de LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, ¿esta usted, manifestando públicamente, que los vecinos de esta ciudad, que no están de acuerdo con la forma suya de actuar, son anormales?.
Estas son, sus manifestaciones publicas, a los medios de comunicación de estas islas. Y por lo tanto, es uno de tantos insultos y exabruptos, a los cuales nos tiene acostumbrado.
Desde este blog, yo le llamo a usted, con todo el respeto del mundo IMPRESENTABLE, ES USTED UN IMPRESENTABLE. Y le llamo IMPRESENTABLE, motivado en sus manifestaciones. Unas manifestaciones de un pésimo alcalde, miserable con su ciudad y sus pobladores.
Es inaudito, que el primer representante de esta ciudad, insulte y denigre a la población. Población que le pasará factura en las próximas elecciones, aunque parece ser, que después de estas y demás manifestaciones, no se le ocurrirá presentarse.
Y si se presenta, desde este blog, haremos campaña en su contra, aireando sus insultos a la población. No le quepa la menor duda, que lo haremos.
Y nos encontrará de frente, dando la cara. Cosa, ésta última, que usted no da, usted se va fuera de la ciudad y solo vuelve a salir en la foto. Usted ni es alcalde, ni nada que lo parezca.
Usted ha vendido el orgullo de los GRANCANARIOS, por cuatro ceniceros. Usted, que no ha efectuado nada de nada por esta ciudad. Usted, que esconde la cabeza, como las avestruces, ante cualquier problema. Usted y los suyos, son una fiel imitación y superada por supuesto, del Camarote de los Hermanos Marx. Han sido capaces de superar, lo insuperable.
Usted, que a tragado y tragará, todo lo que le venga encima. Le resbala cualquier manifestación pública en su contra. Usted es un dictador. En esta ciudad, se está con usted o somos anormales.
Usted se cree el más grande, de los grandes. El premiun de la cultura, el músico frustrado que se va a Santander para aprender piano, existiendo en esta ciudad magníficos profesores.
Usted, que se va a marruecos, para hermanar esta ciudad con una kábila de moros, sin pedirle opinión a nadie por que le sale de sus santos cojones. A sabiendas, que desde ese país, nos invaden de droga, con permiso de sus autoridades, con la cual, se destroza a la juventud de ésta ciudad y de ésta isla. Pero usted muy contento, le va a bailar la danza de los siete velos, al moro. Y que conste, que ésto no es racismo, ni xenofobia, esto es una verdad como un templo, la cual ni usted, ni los suyos, quieren aceptar, pero la droga está en nuestras calles y se cultiva en marruecos.
Usted, nos ha vendido, cual Judas, por cuatro ceniceros. Y ya veremos por cuantas cosas más, que todo al final se sabe. Tape bien sus vergüenzas, pues estamos en ello. Estaremos vigilantes, de cuantas barbaridades, se cometan, con su aprobación, desde ese ayuntamiento.
Usted que está todo el día, cuando coincide que está en la isla, tirando balones fuera y mandando las culpas de todo lo que sucede, a la oposición. Usted, que dice no tener un duro en caja y se salta la normativa municipal, autorizando a escondidas de todos, el reparto de panfletos en Las Canteras. A sabiendas, de que está prohibido. Además, dice que no les cobra nada, pues los de la isla del oeste ponen ceniceros. Que no les cobra la ocupación de la avenida, a sabiendas, de que a cualquier negocio turístico, le obliga a pagar y bien pagado, los impuestos por ocupar metros cuadrados de avenida.
¿Gratis y a cambio de ceniceros?, venga, que eso no se lo cree nadie. De otra explicación, mas plausible, que ésta no entra ni con aceite, ni con.........
Ya, en el colmo de los colmos, su concejal de playas, está que baila de gozo, con manifestaciones que son imposibles de tragar por ésta ciudad, como : «es un acuerdo beneficioso para todos, porque ofrece un soporte a los usuarios de la playa que de otra forma tendría que pagar el ayuntamiento, y permite complementar la oferta turística de la ciudad, de manera que los visitantes que acuden a Las Canteras puedan acercarse a los parques temáticos de la isla del oeste».
¿Que soporte nos da a los usuarios de la playa?, ¿que complemento de la oferta turística de la ciudad, si estamos incitando que se vayan a la isla del oeste?, ¿es que no existen parques tematicos en esta isla?. Hay que ser cortos de mente y realmente tomarnos a todos por anormales, ya lo ha confirmado usted, a los medios.
A mi me importa un huevo, si los de la isla del oeste se gastan las perras en boberías, pero que vengan al salón de casa, para limpiarse en las cortinas y ensuciar, eso si que me importa, igual que a muchos habitantes de esta ciudad.
Y que contraprestación recibimos, ninguna, el pueblo, ninguna. A usted y los suyos, le repito, que les vigilaremos atentamente. Además de que "su" concejal opine: «hay que superar complejos insularistas», cuando son ustedes los que están provocando diariamente, el que la población, se vuelva cada día mas insularista.
Y en el colmo de los colmos, al no quedarse contento con llamar a la población ANORMALES, sale de nuevo, con otro insulto a la población, como: «resucitar el insularismo denota las deficiencias culturales».
Olé tus huevos, ya puestos, continua con los insultos. Ahora resulta que tenemos deficiencias culturales, por lo que nos llama incultos a los que no estamos de acuerdo con sus arbitrariedades. Y hablando de deficiencias culturales, las que existen hoy en día, vienen de cuando usted fue ministro de cultura, de aquellos barros, aquí tiene los lodos.
Manda cojones, que este maravilloso, magnánimo, procer de la cultura (que pone a un amigo a dirigir el teatro, con un sueldo de los buenos, se dice por ahí que 6.000 euros mensuales), nos llame incultos a todos. Y él se queda tan pancho, con su obesidad y grasas, tan culturales ellas. Con sus clases de piano en Santander (que habrá que demostrar, de donde se pagan esa clases, las estancias y los viajes). Sus amistades, que le bailan el agua y aplauden sus exabruptos.
En pocas palabras, que los habitantes de esta ciudad e isla, que no estamos de acuerdo con esta barbaridad, somos ANORMALES e INCULTOS.
Al parecer, como usted es NORMAL y MUY CULTO, todos debemos ser como usted y entonces estamos en la onda. Y yo le llamo anormal e impresentable, igual que usted me llama anormal e inculto.
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