LA REALIDAD

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sábado, 19 de enero de 2008

De visita para un cumpleaños


El buque escuela Juan Sebastián de Elcano vuelve a Las Palmas de Gran Canaria para asistir a un cumpleaños. La efeméride corresponde al Club Náutico de Gran Canaria que este año celebra su centenario. Un motivo especial que ha roto la tradicional alternancia de hacer escala cada año en una de las dos capitales de provincia del Archipiélago. El barco, que llegó ayer al Arsenal Militar de Las Palmas, estará abierto para el público durante hoy y mañana.Francisco Javier Romero, capitán de navío, no quiso desvelar a los medios de comunicación el presente que en nombre de la Armada española ofrecerá al club. Pero afirmó que con la visita se quería "devolver las atenciones que siempre han tenido con nosotros". Es la escala número 51 del navío en la ciudad. El capitán, que se incorporó en septiembre al buque escuela, se entrevistó por la mañana con el alcalde de la ciudad, Jerónimo Saavedra, quien le regaló un libro sobre el patrimonio histórico y cultural de la ciudad. Un volumen, "pesado" como señaló Romero, que se suma a otros muchos presentes recogidos durante sus 79 viajes. Entre los últimos, un grabado de Zuloaga de 1921 del navegante Elcano cedido el pasado año por un nieto del pintor.El histórico buque partió el pasado día 12 del puerto de Cádiz y no estará de vuelta en España hasta julio. Durante el periplo por los puertos de Santo Domingo, Punta Arenas, San Diego, Acapulco, Balboa, Miami, Baltimore, Brest, Bilbao y Marín, 44 guardias marinas recibirán instrucción marinera. Pero también "humana y social" porque, según su capitán, hacen de "embajada flotante" de España cuando llegan a cualquier puerto del mundo y a bordo todos viven "muy estrechamente".La tripulación está compuesta por 22 oficiales, 22 suboficiales y 140 marineros, aparte de los guardias marinas. En el buque también viajan seis civiles: dos cocineros, un barbero, un maestro carpintero y un maestro velero. Este último, con más de 15 años de experiencia en el barco, tuvo que hacer uso de sus habilidades durante el trayecto hacia la ciudad al rajar el mal tiempo una de las veinte velas que posee el navío. En superficie, nada más y nada menos que 2.500 metros cuadrados.El Juan Sebastián de Elcano fue botado en Cádiz en 1927 y en los últimos años ha sufrido una importante reforma tanto en el interior como en lo que respecta a la incorporación de medios tecnológicos.En el buque escuela viajan este año guardias marinas de otras partes del mundo. Entre ellos un tailandés, un chileno, un sudafricano y un norteamericano, que se sumará durante el trayecto, para recibir también instrucción."Las marinas de nuestro entorno nos respetan y hasta nos envidian porque la Armada española ha sabido guardar las tradiciones", señaló su capitán, cuya trayectoria profesional le ha llevado a trabajar en el Cuartel General de la OTAN en Norfolk (EE UU). Según Romero, la antigüedad del Juan Sebastián de Elcano permite a los guardias marinas aprender a saber lo que es el mar y su "bravura".

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